Las últimas semanas nos han dejado claro a todos que Estados Unidos no puede ser un aliado de fiar, ni en lo geopolítico ni en lo comercial. La confrontación por los aranceles deja a Europa en una posición sin precedentes y, quizá, con una de las mejores oportunidades en décadas de independizarnos definitivamente del yugo estadounidense.
Hablaba con mi compañero Carles estos días que la Unión Europea podría plantearse algo que ha hecho la provincia canadiense de Ontario esta semana: prohibir que las compañías estadounidenses puedan optar a contratos públicos. Las implicaciones podrían ser sísmicas. ¿Pero quién puede ocupar el espacio que dejen los estadounidenses.
En el Mobile World Congress era imposible no tropezarse con las compañías tecnológicas chinas. Honor, Huawei o Xiaomi lucían sus mejores galas con stands espectaculares en lo sensorial y abrumadores a nivel de producto. Móviles, ordenadores, satélites, neveras y humificadores inteligentes, e incluso coches eléctricos de alta gama. Los chinos hacen de todo y a precios que van más allá de lo competitivo.
¿Debemos dejar de lado la dependencia estadounidense para dar entrada a tecnología china puntera pero barata? ¿O debe ser el foco la inversión interna para apuntalar nuestras firmas tecnológicas? Sin olvidarnos de la pregunta que siempre ondea sobre Europa: ¿acaso estamos a tiempo? ¡Probablemente, no!
Citas planetarias como las del Mobile, uniendo a gentes de todo el mundo para colaborar e innovar, parecen tener poco sentido en un contexto trumpista de proteccionismo y desconfianza. Solo espero que haya liderazgo suficiente para marcar el camino antes de que sea demasiado tarde.
Y ahora sí…
Las WATIF trends de la semana
¿Cansado de esperar en cola? Puedes contratar a alguien para que lo haga por ti. Es la última moda en Estados Unidos: usar una app para que otra persona se encargue de ponerse en una fila y te consiga mesa en un restaurante que no acepta reservas, entradas para un musical de Broadway o la posibilidad de comprar unas zapatillas el día de su lanzamiento. El datito: «Taskrabbit informa que, de 2023 a 2024, las solicitudes de esperar en cola aumentaron un 10 por ciento año a año en la ciudad de Nueva York y un 18 por ciento en todo el país». El cobro medio por una tarea así es de 27 dólares por hora, lo cual hace que me replantee qué diantres hago aquí escribiéndote. Por otro lado, ¿qué tipo de sociedad desigual estamos creando? Y sobre todo, ¿en qué clase de gilipollas puede uno volverse si se acostumbra a externalizar una tarea vital tan nimia como la de hacer cola? A la mínima que la vida le obligue a enfrentarse a un tedio semejante, probablemente lo pagará con los demás siendo un capullo. Pero esto es mi teoría. ¿La tuya?
El Mundial de Fútbol de 2026 tendrá su propio Half Time Show, como la Super Bowl. ¿Por qué? Pues porque se celebra en Estados Unidos y quieren poner su impronta. Todo, claro, si es que Estados Unidos sobrevive un año más (jeje). Coldplay está aconsejando a la FIFA para la producción del show (¿quizá incluso actúen?) y yo me pregunto si esto va a acabar influyendo en la forma en la que el gran deporte global plantea sus espectáculos deportivos. Un show en el descanso es una buena manera de atraer públicos más diversos.
Hablemos de porno. El gigante chino Alibaba publicó un nuevo modelo de generación de vídeo con inteligencia artificial generativa llamado Wan 2.1 y compartió el software en Github, permitiendo que cualquiera con conocimientos informáticos y un ordenador suficientemente potente pueda usarlo libremente. ¿Y qué ha pasado? Que en apenas 24 horas ya había montones de usuarios de la comunidad de la pornografía creada con IA que compartían sus propios cortometrajes sexuales. Recuerda esta frase porque es importante para el siguiente enlace que te voy a compartir: «En una comunidad dedicada a producir y compartir contenido íntimo generado por IA de personas reales que no han dado su consentimiento, ya hay usuarios salivando sobre lo avanzado que es el modelo».
En una web que hospeda chatbots de IA, los usuarios pueden manipular a sus compañeros de IA para que imiten a celebrities, digan tener menos de 18 años e interactúen en conversaciones con carga sexual pese a estar haciéndose pasar por menores de edad. Cada vez vamos a ver más ejemplos de cómo la IA generativa influye en la relación que los seres humanos tenemos con la compañía y el sexo. Y cada vez vamos a ver más líneas éticas que se traspasan. Es inevitable porque esa interconexión se producirá a puerta cerrada, en consumo privado, con usuarios operando la IA en sus ordenadores y sin que ningún otro humano salga victimizado física o públicamente. Siento decirte esto, pero obviamente que ya hay gente creando sus propias ficciones sexuales de IA con menores, a veces incluso acompañadas de vídeos modificados con deepfakes para que los protagonistas tengan el semblante de niños o adolescentes, como te contaba en el ejemplo de arriba. Que esos menores sean famosos es lo de menos, la cuestión es tener suficientes imágenes de la víctima para que la generación de contenido asistida por IA sea más realista.
«Lookiero y Outfittery se fusionan para crear el líder europeo en personal shopping online». Estas dos firmas, una española y otra alemana, tienen premisas muy similares: ofrecen servicios para la selección personalizada de prendas y accesorios adaptándose a los gustos y necesidades de los usuarios. Todas estas plataformas necesitan una experiencia de usuario top, pero la incógnita está en saber si los clientes acabarán prefiriendo aquellas compañías que te conecten con otra persona, como estas, y no con un sistema automatizado con IA más eficiente y potente.
Una cuenta de Instagram comparte fotos adorables de animales, pero en un formato que recuerda al que usan las revistas de prensa rosa. 3,3 millones de seguidores. Muy cute.
En tendencias de peinados, el look hitleriano de Elon Musk se lleva la palma. Y no, desde WATIF pensamos que esta moda NO tendrá mucho recorrido.