¡Hola, hola! Hoy el saludo es por partida doble. Esta semana, Raúl y Olga —o como nos gusta decir, el Gen Z media team jaja — nos hemos quedado a cargo de esto…
Bienvenido a WATIF trends. Cada semana, buceamos entre nuestras fuentes de confianza para entender por dónde van las tendencias.
Por aquí va lo que más nos ha llamado la atención en estos últimos días: predicción genética con AlphaGenome, tuiteros desde el más allá, o por qué tu caca podría salvar la humanidad.
Las WATIF trends de la semana
Victoria’s Secret no termina de seducir a la Gen Z. La icónica marca de lencería trata de reinventarse con Hillary Super, exCEO de Savage X Fenty, que asumió el cargo hace diez meses. Su estrategia pasa por productos más cómodos, modelos más diversas y un tono de marca menos serio y más alegre. Pero el reto es enorme: la marca arrastra un pasado de escándalos, con vínculos con Epstein y acusaciones de acoso, y una imagen anclada en el ideal de la «diosa inalcanzable» que hoy resulta tan irreal como rancia. Aunque Victoria’s Secret ha intentado lavar su cara con nuevas campañas y embajadoras, muchas jóvenes siguen percibiendo su cambio como un intento de marketing vacío. Y eso se nota. El valor en bolsa ha caído un 50 por ciento en seis meses. Mientras algunos inversores presionan para volver a los cuerpos normativos y desfiles con alas de ángel, Super insiste en ir hacia algo más alineado con los deseos de las nuevas generaciones. Pero… ¿qué queremos nosotras? La Gen Z también quiere sentirse sexy, pero quizás de otra forma. Puede que ahora el ideal se acerque más a lo cómodo, lo alcanzable y lo espontáneo, y no tanto a los brillos y lo superficial. Aunque ojo, algo de glam de vez en cuando también está bien. Que se lo digan a Sabrina Carpenter.
La IA que predice tu genética. Deepmind, la compañía de inteligencia artificial que compró Google, acaba de dar un nuevo puñetazo en la mesa. Después de revolucionar el campo de la medicina con AlphaFold, una herramienta que permite averiguar la estructura de cualquier proteína en minutos, lanza ahora AlphaGenome. Esta nueva IA permitirá a médicos e investigadores predecir cómo se comportarán las secuencias de ADN de forma integral. Hablamos de averiguar qué efectos tendrán las más de 3000 millones de letras que componen nuestro ADN, y con ello predecir enfermedades genéticas. Pese a los beneficios que nos podría traer, también arroja interrogantes y retos que enfrentar. ¿Habrá un ADN de ricos y otro de pobres? ¿Privaremos a las generaciones futuras de la variedad genética que nos protege como especie? Como te contamos, la genética y sus nuevos dilemas son un terreno en plena ebullición.
¿No te apetece ir a la reunión? Manda a un bot en tu lugar. Seguro que sabes que plataformas de videollamadas como Zoom, Microsoft Teams y Google Meet ya permiten grabar, transcribir y resumir reuniones —en WATIF lo sabemos bien —. Pues ahora puedes ir más allá. Herramientas como Otter.ai te dan la posibilidad de mandar un bot que asista a la reunión por ti. Un poco distópico, ¿verdad? Esta posibilidad, que puede hacer que mejore tu productividad, también plantea dudas. ¿Deshumanizaremos el trabajo hasta que no necesite humanos? ¿Qué hay de la privacidad? ¿Más rendimiento a corto plazo y menos creatividad a largo plazo?
Tu caca puede salvar a la humanidad. Un equipo de científicos se ha propuesto salvar de la autodestrucción a la sociedad capitalista, y más en especial, a sus estómagos. Tras la Segunda Guerra Mundial, la sociedad de consumo y la industria alimentaria nos han conducido al abuso de la comida ultraprocesada y de los antibióticos. Esto está teniendo consecuencias devastadoras en nuestro sistema digestivo y se está cargando a toda la flora intestinal que tan importante es para absorber los nutrientes de lo que comemos. Para evitar un cataclismo absoluto, científicos de todo el mundo han creado una reserva del material orgánico que más microbios contiene. Eso es, las heces. El objetivo está en conseguir 10.000 muestras para 2029 y construir algo así como el arca de Noé de la caca.
Una pastilla hecha… ¿con basura? Un equipo de la Universidad de Edimburgo ha conseguido que una bacteria se coma una botella de plástico y la convierta en paracetamol. ¿Cómo funciona? La bacteria digiere el residuo como si estuviera fermentando cerveza, y lo transforma en un medicamento. El hallazgo, publicado en la revista Nature, abre la puerta a una nueva forma de fabricar fármacos: más ecológica, sin petróleo y sin emisiones. El objetivo es reemplazar las fábricas contaminantes donde se suele producir el paracetamol por estas microfábricas bacterianas, que funcionan a temperatura ambiente y no generan emisiones de carbono. De momento solo se ha producido en pequeñas cantidades, pero todo apunta a que esto podría ser el inicio de una nueva industria farmacéutica bacteriana.
El matrimonio entre primos, a debate en Reino Unido. Aunque es legal desde hace siglos, y cada vez es menos común, un sector del Partido Conservador quiere prohibirlo, porque denuncian que existe un riesgo genético —la probabilidad de tener malformaciones se duplica del tres al seis por ciento, según un estudio de Born in Bradford, un programa de investigación especializado en la familia —. La cuestión es que esta práctica es especialmente común entre la comunidad musulmana pakistaní, y hay quien cree que prohibirlo responde a un sesgo islamófobo. Además, temen que prohibirlo no solo estigmatice a la comunidad, sino que empuje a que estos matrimonios se lleven a cabo en la clandestinidad.
Políticos fallecidos que siguen tuiteando. En Estados Unidos, varios congresistas fallecidos han seguido activos en redes sociales. No, no es broma. Desde likes en Instagram hasta cambios de foto de perfil en X, sus cuentas han seguido vivas después de que ellos murieran. ¿Cómo es posible?