Muy bueno. Me aterra como padre que le da participación a su hijo, que trata de que sea una crianza sana, lejos de todo el bombardeo de información que busca influenciarlo para beneficio propio ja. Por suerte me falta para llegar al punto de tener la discusión sobre el celu y su uso, aunque menos de lo que quisiera.
Y a todo esto, la pregunta que me surge es: existe algún tipo de ética y responsabilidad social en las carreras de marketing? O todo vale? Sí, me sale el conservador, pero es un tan mal uso de las posibilidades de la tecnología que me desespera.
Buenas, Juan. Supongo que dependerá del centro educativo, pero yo creo que desde el campo académico sí. En el caso de Erika, la investigadora que cito en el artículo, y su equipo, en varios de sus papers, se hacen propuestas e indagaciones sobre los límites legales y éticos de estas acciones. He revisado otras investigaciones y hay varias que también profundizan en estos aspectos en lugar de ser todo enfoques operativos.
¡Muy buen artículo Bosco! Es genial leerte ;) Que sepas que mis sobris de 10 y 12, que no tienen móvil pero sí acceso a todo, pidieron en Navidades un viaje a Nueva York. Yo me quedé más blanca aún de lo que soy. Me da bastante pena todo porque todas estas tendencias consumistas las veo imparables y no sé, como sociedad, cuando nos comerán y nos quedaremos sin valores reales.
Me parece terrible la mercantilización de los menores y la permisividad de la sociedad.
Como se puede democratizar las decisiones de una familia?? Los responsables, que son los adultos, descargan las decisiones en sus hijos, que se envalentonan y acaban por ser los dictadores de la casa.
Hemos perdido el norte en nombre de la tecnología y la modernidad.
Felicidades por la investigación y el tema, de verdad mi yo X gen no puede dejar de sentir miedo respecto a esto, pero mi millenial me dice que al futuro no hay quien lo detenga y mi investigador perpetuo quiere meterse a ver todo esto pero mi otro yo consciente dice, en otro momento, por ahora solo agradezco leerte y difundirte pues más vale... GRITAR PARA PREVENIR.
Me recordó hace unos años cuando fui voluntaria en la oficina de correos local que tenia una campaña navideña donde podías apadrinar una carta que los niños de menos recursos mandan a papa noel y hacer feliz a un niño de forma "anónima". Leer las cartas me dio todo tipo de nostalgia como los niños que se notaba miraban mucha TV y pedían productos que salían en las caricaturas, o niños con gustos mas simples que literal pedían libros, una pelota o juegos de mesa. Los niños que jamás pude entender fueron los que solo pedía cosas tecnológicas tipo "Quiero el nuevo iphone, un apple watch y una xbox de ultima generación". Siempre eran específicos con las marcas mas costosas, nadie decía "me gustaria tener un móvil" todos pedían una marca lujosa en especifico. Por supuesto, estas eran las cartas que quedaban hasta el final y rara vez eran escogidas. Siempre me pregunte que tipo de ambiente tendrían estos niños en casa que solo pensaban en marcas de lujo, incluso en navidad
Muy bueno. Me aterra como padre que le da participación a su hijo, que trata de que sea una crianza sana, lejos de todo el bombardeo de información que busca influenciarlo para beneficio propio ja. Por suerte me falta para llegar al punto de tener la discusión sobre el celu y su uso, aunque menos de lo que quisiera.
Y a todo esto, la pregunta que me surge es: existe algún tipo de ética y responsabilidad social en las carreras de marketing? O todo vale? Sí, me sale el conservador, pero es un tan mal uso de las posibilidades de la tecnología que me desespera.
Buenas, Juan. Supongo que dependerá del centro educativo, pero yo creo que desde el campo académico sí. En el caso de Erika, la investigadora que cito en el artículo, y su equipo, en varios de sus papers, se hacen propuestas e indagaciones sobre los límites legales y éticos de estas acciones. He revisado otras investigaciones y hay varias que también profundizan en estos aspectos en lugar de ser todo enfoques operativos.
¡Muy buen artículo Bosco! Es genial leerte ;) Que sepas que mis sobris de 10 y 12, que no tienen móvil pero sí acceso a todo, pidieron en Navidades un viaje a Nueva York. Yo me quedé más blanca aún de lo que soy. Me da bastante pena todo porque todas estas tendencias consumistas las veo imparables y no sé, como sociedad, cuando nos comerán y nos quedaremos sin valores reales.
:) Esa es buena: ¡por pedir que no quede! :))
Yo de niña no tenía ni idea de marcas, sólo me interesaban los dibujos y las golosinas!
Esta aceleración del crecimiento es terrible.
Me parece terrible la mercantilización de los menores y la permisividad de la sociedad.
Como se puede democratizar las decisiones de una familia?? Los responsables, que son los adultos, descargan las decisiones en sus hijos, que se envalentonan y acaban por ser los dictadores de la casa.
Hemos perdido el norte en nombre de la tecnología y la modernidad.
Felicidades por la investigación y el tema, de verdad mi yo X gen no puede dejar de sentir miedo respecto a esto, pero mi millenial me dice que al futuro no hay quien lo detenga y mi investigador perpetuo quiere meterse a ver todo esto pero mi otro yo consciente dice, en otro momento, por ahora solo agradezco leerte y difundirte pues más vale... GRITAR PARA PREVENIR.
Gracias por comentar y difundir, Edgardo. Un abrazo!
Me recordó hace unos años cuando fui voluntaria en la oficina de correos local que tenia una campaña navideña donde podías apadrinar una carta que los niños de menos recursos mandan a papa noel y hacer feliz a un niño de forma "anónima". Leer las cartas me dio todo tipo de nostalgia como los niños que se notaba miraban mucha TV y pedían productos que salían en las caricaturas, o niños con gustos mas simples que literal pedían libros, una pelota o juegos de mesa. Los niños que jamás pude entender fueron los que solo pedía cosas tecnológicas tipo "Quiero el nuevo iphone, un apple watch y una xbox de ultima generación". Siempre eran específicos con las marcas mas costosas, nadie decía "me gustaria tener un móvil" todos pedían una marca lujosa en especifico. Por supuesto, estas eran las cartas que quedaban hasta el final y rara vez eran escogidas. Siempre me pregunte que tipo de ambiente tendrían estos niños en casa que solo pensaban en marcas de lujo, incluso en navidad